La Knéset aprobó una nueva ley antiterrorista, que expande significativamente los poderes del Estado
, y también la definición de las organizaciones terroristas y los actos de terrorismo.
La ley fue apoyada por la mayoría de los partidos, con la excepción de Meretz y la Lista (Árabe) Unificada, que la calificaron de draconiana e inaceptable.
La nueva ley – que solo se aplica dentro de Israel, y no en Cisjordania (Judea y Samaria) – es una resolución generalista que combina la mayoría de las disposiciones existentes de la ley antiterrorista, con lo que, finalmente, sustituye numerosas regulaciones promulgadas por el Mandato Británico hace más de setenta años.
La legislación, que fue promovida por la ministra de Justicia, Ayelet Shaked, endurece las penas por actividades terroristas y por la asistencia en la comisión de actos terroristas. Por ejemplo, se prevé la pena de prisión de hasta siete años por amenazar con cometer un acto que, si se hubiera llevado a cabo, recibiría un castigo de cadena perpetua. La ley también crea nuevos delitos de terrorismo, incluyendo la identificación con una organización terrorista, la incitación al terrorismo y la falta de prevención de un acto terrorista.
Tras la aprobación de la legislación, la ministra de Justicia manifestó que: “Los ataques terroristas en Orlando y Tel Aviv muestran más de nunca que no hay ninguna razón para el terrorismo. Existen solamente excusas. El terrorismo solo puede ser vencido a través del castigo y la disuasión adecuada”.
Por primera vez, la legislación consagra también el uso de diversos medios para luchar contra el terrorismo a través la ley en vez de mediante normas de emergencia, incluyendo la detención administrativa y las órdenes de prohibición de salida del país. La nueva ley autoriza a las fuerzas del orden detener a sospechosos durante 48 horas antes de ser llevados por primera vez ante un juez y antes de que puedan consultar a un abogado. La ley también permite que el servicio de seguridad Shabak, con la aprobación del Primer Ministro, lleve a cabo vigilancia informática de los sospechosos de tener una conexión con actividades terroristas. La ley también autoriza la expropiación de dinero y bienes de personas y entidades sospechosas de delitos relacionados con el terrorismo.
El Campo Sionista (laborismo Hatnuá), principal partido de oposición, votó a favor de la ley, a pesar de que no se hicieron los dos principales cambios que exigían.
“Es una ley importante”, explicó el diputado laborista Omer Bar Lev. “Algunas de estas regulaciones de contraterrorismo son de la época del Mandato Británico y era tiempo de convertirlas en ley”.
Fuente: http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Diplomacia_y_Defensa/72052/