Hay frases que entraron en las páginas de la historia en 1967 y se hicieron eternas. Una de las frases de la historia de Israel y del pueblo judío fue la de Mordechai Gur.
Director General Colegio Olamí ORT
La autorización de lo que cambiaría la historia del país y de todo el pueblo judío pasó del Primer Ministro Levi Eshkol y del Ministro de Defensa Moshé Dayan al Jefe de Estado Itzjak Rabin y al Comandante General Uzi Narkis, quien finalmente la transmitió al Brigadier de Paracaidistas Mordechai Gur a las 8:00 horas. Inmediatamente después, los paracaidistas comienzan a reforzar el sitio de la Ciudad Vieja.
Mordechai Gur esperó la orden de entrar a la Ciudad Vieja para poder subir al Monte de los Olivos porque, según el judaísmo, de allí vendría el Mesías, y así vio Mordechai Gur al ejército del pueblo judío, como el Mesías. Los paracaidistas avanzan hacia el Muro Occidental.
Antes del comienzo de la batalla, Mordechai Gur transmitió un mensaje en la red de comunicación a sus soldados: “Seremos los primeros en entrar por las puertas de la Ciudad Vieja de Jerusalem, la ciudad que soñamos y anhelamos durante generaciones. La nación judía espera nuestra victoria. Israel espera esta hora histórica. Siéntanse orgullosos”.
Al final de la batalla Mordechai Gur informó en la radio, con una emoción que no pudo ocultar: “El Monte del Templo está en nuestras manos, repito el Monte del Templo está en nuestras manos
¿A quién se refería Mordechai Gur? ¿En manos de quién?
Si juntamos las palabras que dijo Mordechai Gur antes de la batalla y al final de la misma, la conclusión es clara: la Ciudad de Jerusalem Este y el Muro Occidental dentro de ella habían sido liberados y declarados la Capital Eterna del Pueblo Judío.
Jerusalem Unida no es sólo la Capital del Estado de Israel, sino el centro de todo el pueblo judío en dondequiera que se encuentre.
Durante miles de años la esperanza de llegar a Jerusalén ha estado en las oraciones del judío en la diáspora, todos dicen: el próximo año en Jerusalén. Es una oración que se dice al final de la oración de Yom Kippur en la sinagoga y al final de la noche del Seder de Pésaj
El propósito de la lectura es mostrar que todo judío quiere ir a Jerusalem, y si aún no ha podido llegar a Jerusalem, espera y reza para que el próximo año lo pueda lograr.
Incluso en la bendición de la comida hay un anhelo por Jerusalem.
Mordechai Gur cumplió junto con las Fuerzas de Defensa del Estado de Israel, el sueño del pueblo judío después de miles de años, que Jerusalem esté en sus manos, que cada judío pueda venir y caminar en los mismos lugares donde caminaron los reyes y los profetas de Israel, sentir las piedras del Muro y ser parte del corazón de la nación judía.
//Moré Avi Meir