Científicos de Israel desarrollaron el StemRad
360 Gamma, un cinturón que blinda a quien lo use de los efectos de la radiación gamma mediante la protección de uno de los más vitales y sensibles activos de la médula ósea del cuerpo.
El cinturón StemRad 360 Gamma funciona protegiendo el área pélvica que contiene 50 por ciento de toda la médula ósea con un arnés de plomo. Esto significa que StemRad, obviamente, no puede proporcionar protección de todo el cuerpo contra la radiación, que podría ser un serio inconveniente de que algunas de la mayoría de las áreas de radiación afectadas por el cuerpo incluyen la tiroides y el hígado.
El cinturón de 33 libras (15 kilogramos) está hecha de planchas de plomo de diferentes formas en capas una encima de la otra, con el tejido de teflón entre ellos para mantenerse flexible. El bastidor se cubre con tela de Kevlar resistente al fuego, para asegurar una protección completa contra todas las variables en un desastre nuclear.
Según la compañía, el cinturón protege hasta cinco por ciento de la médula ósea en el cuerpo de una persona, lo cual es suficiente para regenerar un nuevo lote saludable dentro de un mes.
Otras herramientas útiles en el cinturón de radiación StemRad incluyen un contador incorporado Geiger que sirve como un monitor de radiación gamma en tiempo real, manteniendo el usuario consciente de los posibles peligros con una señal de chirrido. Además, contiene una tarjeta de dosis acumulativa decímetro, que muestra la escala de rads una persona se expuso para permitir un tratamiento médico adecuado.
Este invento fue creado para muchas personas que viven en las cercanías de una instalación nuclear y así puedan resguardarse de la amenaza de una fuga, o incluso un ataque, como pasó con la planta nuclear de Fukushima en el desastre de 2011 o el de Chernobyl en 1986.
También a apunta a proteger a los empleados del reactor nuclear, quienes suelen ser los primeros en responder a la escena de la catástrofe nuclear y en su esfuerzo por mantener la seguridad pública, estos valientes hombres y mujeres pueden ser expuestos a altas dosis de radiaciones alfa, beta y gamma.
Mientras que las radiaciones alfa y beta pueden ser repelidos por la ropa normal, la radiación gamma causa graves daños a las células madre de la médula ósea. Sin las células madre, el cuerpo deja de producir glóbulos blancos y rojos y las plaquetas de la sangre, que a su vez pueden resultar en anemia severa, leucemia o síndrome de radiación aguda. Como se mencionó anteriormente, estas son condiciones muy graves que requieren trasplantes de médula ósea inmediato, de lo contrario lo que resulta en la muerte.
Fuente: www.unidosxisrael.org