Israel está en un desierto, pero gestiona su agua para garantizar el suministro
adecuado para la agricultura y el uso en el hogar, mientras que muchos países africanos que tienen suficiente agua carecen de la capacidad para que llegue a donde se necesita. Por ello, residentes de las naciones africanas llegaron a Tel Aviv para aprender las técnicas israelíes de la gestión del agua.
En la aldea de Netiv Haasara, del desierto del sur de Israel, Ovadia Keidar explicó a los agricultores y estudiantes africanos cómo fue capaz de plantar flores y hortalizas.
“Utilizamos un sistema de riego por goteo, que administra el flujo de agua en una tubería por debajo de la planta”, señaló Keidar. Los 74 tubos negros con paredes especiales “abastecen la planta con el agua y los nutrientes”.
Yakov Poleg, director del Centro de Israel para la Cooperación Internacional para el Desarrollo Agrícola, subrayó que su país, aunque pequeño y semiárido en la mayor parte de sus tierras, ha sido capaz de convertir a su pequeña cantidad de agua superficial y subterránea en suficiente para la agricultura.
Los productores también mostraron a los visitantes africanos cómo se recicla el 90 por ciento del agua de los sistemas de riego utilizada en las ciudades.
“Los llevamos a ver las granjas”, contó. “Queremos que se familiaricen con los problemas de nuestros agricultores, porque todos tienen que superar los mismos problemas en todas partes”.
Fuente: Itongadol