Ningún israelí puede soportar ser un freier –lechón- y este puede ser el motivo por el que se convirtió en un foco de interés mundial en cocina vegana, dice la escritora y crítica culinaria y chef, Ori Shavit, quien cambió, hace unos años, de su apasionada cocina omnívora a la vegana.
Shavit es el rostro popular de esta revolución dietaria de productos no animales en Israel con su website Vegans on Top, artículos y apariciones en prensa. Pero, el cambio está impulsado por los desafíos, cada vez mayores, de las premisas sobre salud, medio ambiente y bienestar de los animales.
“Para los israelíes, es muy importante saber que nadie nos miente”, dice Shavit.
Si toda la vida te dijeron que tienes que comer tres productos lácteos por día, y luego ves una exposición sobre lo que, en verdad, pasa en la industria láctea- o en los mataderos o en la industria del huevo- uno se dará cuenta de las mentiras que nos contaron sobre la salud y el tratamiento de los animales. Recién entonces se puede hacer una elección real”.
Shavit es una de los –estimados- 200,000 veganos en Israel, entre una población de ocho millones. Hace poco, la organización israelí Vegan Friendly llevó a cabo una exitosa campaña para persuadir a Pizza Domino’s a agregar una opción vegana a su menú. Otras cadenas, desde heladerías hasta cafés, están siguiendo su ejemplo.
Omri Paz de Vegan Friendly declaró hace poco, que “Israel está liderando la revolución vegana en el mundo”. Eso no quiere decir que la mayoría de los israelíes, u otros, abandonen los huevos y el bife para siempre. Pero Antonia Molloy, en el periódico del Reino Unido The Independent, escribe: “2014 puede ser el año en que el veganismo- siempre visto como la reserva de hippies, activistas por los animales y obsesivos de la salud- deje de ser una opción del nicho dietario y gane nuevos seguidores”. En Israel, esto significa no solo más restaurantes veganos tales como el Tel Aviv´s Vegan Shawarma y Buddha Burger, sino un cambio en la corriente cultural.
“Israel es un país joven, y venimos de diferentes culturas, de manera que la gente es mentalmente abierta”, dice Shavit. “Estamos buscando algo nuevo, en tecnología y en alimentos. Entonces esa revolución cayó en el lugar correcto”. Considera que el comienzo de esta revolución, se puede datar en unos tres años atrás, cuando dos israelíes tradujeron las conferencias en YouTube –muy visitadas- sobre veganismo dictadas por el activista por los derechos de los animales, Gary Yourofsky.
“Eso marcó el impulso”, sostiene. “Los veganos estaban, hasta entonces, en una franja de la sociedad israelí. La gente, como yo, de pronto se volvió vegana y yo soy la corriente principal de la corriente principal. Quise permanecer normal y elegir vivir una vida normal siendo vegana. Descubrí un montón de personas que querían lo mismo”.
Shavit llena, con frecuencia, solicitudes para ayudar a los restaurantes a desarrollar opciones libres de animal. El desayuno vegano en Aroma, la cadena de cafeterías más grande de Israel con 130 sucursales, incluye un “omelette” de harina de garbanzo y tofu que Shavit participó en su creación. “Esa no es solo una tendencia en Tel Aviv para gente rica”, declara Shavit, en la conferencia de prensa en enero, anunciando un nuevo menú vegano en la cadena de café Landver, con 30 sucursales.
“Los restaurantes están poniendo platos veganos en el menú y marcando aquellos platos de manera que sean fáciles de encontrar, y el cliente se sienta bienvenido y normal. Lo que está pasando, es realmente destacable. Pienso que, el hecho que pase tan rápido y de modo tan intenso en otro lugar en el mundo”.
La vocera de Café Greg, Anat Davis, dice que la cadena introdujo platos veganos (en hebreo, “tivoni”) en muchas de sus 86 sucursales debido a la demanda. “Nuestra prioridad es que todos puedan venir aquí y encontrar algo para comer y disfrutar”.
Shavit aparece, con frecuencia, en la TV israelí para mostrar cuán sabrosa puede ser la cocina vegana.
Una de las varias opciones es la ensalada de legumbres- burgol, lentejas, quinoa y batata horneada en cubos con pepino, tomate, pimiento, cebolla, perejil y menta, sazonada con aceite de oliva, limón y jarabe de dátiles, y servido con pan y tahine. Shavit ofrece una guía, en inglés, de restaurantes donde encontrar esos platos porque “Israel hoy es un destino para turistas veganos”, dice. “Lo próximo debería ser promover el veganismo en cadenas de hoteles. Estoy trabajando en eso”.
Cuando la actriz vegana Mayim Bialik estaba viajando a Israel, durante el receso de invierno, puso en el blog: “El mejor hummus en el mundo se encuentra en Israel… comeremos mucho”.
¿Qué hay de cenar?
La dietóloga clínica Orit Ofir dice que la típica comida israelí ya contiene hummus vegano, falafel y tahine- de garbanzo y sésamo respectivamente- y la majadara hecha de lentejas, cebolla y arroz. “Aún estamos muy detrás de otros países occidentales en sustitutos de lácteos y carnes, pero la comida básica de plantas es la mejor”, dice Ofir. “La mayor parte de nuestra dieta vegana debería estar basada en ingredientes crudos. Realmente tenemos una ventaja sobre los países occidentales porque estos están en nuestra cocina básica”.
Ofir dice que más clientes están buscando ayuda para ser aconsejados con una dieta vegana balanceada para optimizar la salud. Dice que las últimas investigaciones muestran que “es preferible una nutrición de alta calidad, rica en frutas, vegetales, legumbres, semillas y nueces”, que los lácteos para mantener la salud ósea. Ofir agrega que las grasas y los oxidantes en la carne- en oposición a las fibras y antioxidantes encontrados solo en las comidas con plantas- se correlacionan con la enfermedad cardíaca, la diabetes y el cáncer.
Sin embargo, la gente siempre pregunta a Shavit qué comen los veganos después de eliminar los lácteos, los huevos y la carne. “Es una pregunta divertida, porque tenemos mucho para comer”, sostiene. “El 80 por ciento de los alimentos es vegana, ya sea lo piensen o no. Uno solo tiene que abrir su mente y mirar su plato de manera diferente porque todo está aquí”.
Para más información, ver: vegansontop.co.il
Fuente: www.cidipal.org