Esta semana tuvimos el honor de compartir un trabajo internacional.

Joanna Lustgarten, una exmadrijá de Macabi Tzair Venezuela, nos comparte un pequeño artículo sobre quién es ella. Parte de mi generación de Hajshará, puede decir que, es uno de los seres de los que más han aprendido. Fue un placer haberla conocido, ver cómo la tnuá y el judaísmo la han marcado. En un trabajo para la universidad tuvo que compartir un poco sobre su pasado. Alguien a quien admirara y tomar como un modelo a seguir. Como uno de los míos, decidió tomar a su abuelo de ejemplo. A continuación, les comparto su pequeño discurso: “Imagina un momento significativo en tu vida, ahora imagina a personas afirmando que nunca sucedió. La gente llamándote mentiroso una y otra vez. Bueno, eso nos ha sucedido a mi familia y a mí a lo largo de los años. Mi bisabuelo fue un sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial, y aunque él era una prueba viviente de ello, todavía escuchábamos a la gente decir que la guerra nunca sucedió y que todo fue inventado. Recuerdo vivir la historia a través de sus historias, sentir el dolor, la ansiedad y la adrenalina a través de sus relatos. La tristeza en sus ojos al recordar todo y a todos los que perdió, los sacrificios más difíciles que tuvieron que hacerse para mantenerse sano y salvo. Todo para mantenerse fi el a lo que creía. Era un partisano que traía comida con cuidado y trataba de ayudar a escapar a los prisioneros en el campo de concentración en Auschwitz, después de escapar él mismo de ahí cuando solo tenía 17 años. Vio cómo los nazis arrastraban a su familia a las cámaras de gas para no volver a verlos nunca más. La idea delirante de verlos salir vivos y abrazarlos era simplemente la definición misma de un corazón roto. Aun así, ese mismo pensamiento fortaleció su alma para ayudar a quienes pudiera. Para luchar por esas dos guerras imposibles y sobrevivir a las dos con un corazón de hierro.

Después de nacer en Polonia, mudarse a Rusia y luego a Suiza, finalmente llegó a mi hogar natal, Venezuela, donde decidió quedarse y comenzar una nueva vida. Conoció a una mujer hermosa y estricta. Como diríamos: “una mujer hecha y derecha”. El amor de su vida, su esposa y alma gemela. Ellos dieron a luz a mi abuela y así la historia continuó hasta que yo nací. Lo que me lleva a este momento, a Joanna Lustgarten. La sangre de mi bisabuelo. Él es a quien admiro. Soy una mujer judía y vengo de una familia judía; esto es lo que soy y no podría estar más orgullosa de ello. Me he dedicado a estudiar la historia detrás de mis raíces y gracias a Macabi Hatzair -un movimiento juvenil sionista que me ha dado más cosas de las que jamás podría explicar en tan poco tiempo-, me he convertido en la persona que siempre aspiré a ser. La fuerza, el coraje y la valentía que mi familia plantó en mí es algo por lo que siempre estaré agradecida. Lo que comenzó como una semilla joven e inocente se ha convertido en un árbol con los duraznos más exquisitos y las raíces más fuertes de todas. Estoy orgullosa de quien soy y de mi historia, y todos ustedes también deberían estar orgullosos de ustedes mismos porque para saber a dónde van, primero deben saber de dónde vienen”.

//NICOLE BRATT Y JOANNA LUSTGARTEN

Share.

Leave A Reply

Exit mobile version