Un nuevo estudio publicado recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) predice que una de cada dos profesiones o puestos desaparecerá debido a la adopción de procesos de automatización e informatización.
El estudio examinó las posibilidades de los trabajadores en 32 países (de 35 miembros) de mantener sus roles.
Los datos muestran que el 14 por ciento de todas las profesiones en los países de la OCDE tienen más del 70 por ciento de posibilidades de desaparecer como resultado de la computación en el futuro. En números, estamos hablando de 66 millones de empleados que se espera sean perjudicados.
Otro 32 por ciento de las profesiones tienen un 50-70 por ciento de probabilidades de desaparecer. En otras palabras, casi la mitad de las profesiones y cargos en los países de la OCDE es probable que sean empleados por sistemas computarizados que por trabajadores humanos.
No es sorprendente que los roles que probablemente desaparezcan requieran un nivel bajo o moderado de educación o capacitación.
Por el contrario, los trabajos que se espera sean atendidos por un ser humano son aquellos que requieren más educación y capacitación. Además de la interacción humana, serán precisas habilidades como la creatividad, la capacidad de resolver problemas y cuidar a los demás.
Por ejemplo, los trabajadores de la cocina tienen un 64 por ciento de posibilidades de perder sus trabajos, seguido de limpieza y cadetes.
Los conductores tienen un 58 por ciento de posibilidades de perder su trabajo.
Las profesiones liberales también tienen una alta probabilidad de desaparecer, así como también los vendedores (52 por ciento).
Por el contrario, los profesionales de la enseñanza tienen pocas posibilidades de perder sus trabajos (28 por ciento), y se espera un aumento de las exigencias en las calificaciones académicas y la formación de alto nivel. Entre los trabajos médicos, un 35 por ciento tiene probabilidades de desaparecer.
Los expertos y los especialistas son los menos vulnerables.
En general, el estudio indica que los empleados de los países nórdicos, anglosajones y holandeses son menos susceptibles a la automatización, mientras que los trabajadores en Europa del Este y del Sur, así como en Alemania, Chile y Japón, donde hay bastante industria tradicional, son más vulnerables.