Este domingo 7 de abril, se cumplen seis meses del ataque donde terroristas de Hamás irrumpieron en Israel, mataron a unas 1,200 personas y secuestraron a otras 253, en su mayoría civiles, muchas de ellas en medio de actos horribles de brutalidad.
Desde ese aciago día, alrededor del mundo judío, la demanda es por la liberación de los detenidos, el fin de la violencia y el restablecimiento de la paz.
Con seis meses de por medio, la indignación se mantiene ya que aún quedan 134 rehenes en manos de los terroristas. La posición en las comunidad judías en todo el mundo es firme: ¡libérenlos ya! A través de las redes digitales, mediante presión a organismos internacionales y bajo la firme convicción de que regresarán sanos y salvos, no dejamos de exigir la inmediata liberación de los detenidos. Asimismo, refrendamos nuestro apoyo a Israel que está sorteando diversos frentes mediáticos y de desinformación. Por lo que desde este espacio nos mantenemos en la firme demanda de que los secuestrados sean rescatados, ya: #BringThemHomeNow.
La situación en Oriente Medio sigue siendo crítica mientras se cumplen seis meses desde el inicio del conflicto. Recientes eventos han revelado tensiones significativas entre Israel y Estados Unidos, destacando la prioridad de Israel en la recuperación de los secuestrados como punto central de la disputa.
La cancelación por parte del gobierno israelí de una visita a Washington para discutir la ofensiva en Rafah, al sur de Gaza, ha marcado un nuevo episodio en las relaciones bilaterales entre ambos países. Esta acción se produce en respuesta a la abstención de Estados Unidos en una votación del Consejo de Seguridad de la ONU que aprobó una resolución pidiendo un alto el fuego en la Franja de Gaza, sin condicionarlo a la liberación de rehenes.
La administración de Joe Biden lamentó esta medida, expresando su decepción por la anulación de la visita de la delegación israelí. Israel, por su parte, ha dejado claro que la prioridad es la liberación de los rehenes y considera que la decisión de Estados Unidos afecta negativamente los esfuerzos en la lucha contra el grupo islamista terrorista Hamás.
En medio de estos desafíos, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, enfatizó que Israel “no tiene derecho moral a detener la guerra en Gaza hasta que devolvamos a todos los rehenes a sus hogares”. Gallant subrayó la importancia de derribar el régimen de Hamás y crear una alternativa para que las FDI puedan completar su misión en Gaza.
Gallant también expresó la necesidad de buscar una victoria clara y absoluta en Gaza para evitar un posible conflicto en el Norte. Además, hizo hincapié en la importancia de trabajar en estrecha colaboración con Estados Unidos para encontrar una solución duradera al conflicto, que permita garantizar la seguridad de Israel y avanzar hacia la paz en la región.
La incursión terrestre planificada en Rafah ha sido un punto de fricción crucial entre Israel y Estados Unidos. Mientras Netanyahu la considera esencial para derrotar a los batallones de Hamás y ganar la guerra, la administración Biden la ve como una “línea roja” debido al riesgo para la población civil en esa área densamente poblada.
A medio año del inicio del conflicto, la prioridad de Israel en la recuperación de los secuestrados plantea desafíos adicionales en el panorama geopolítico de Oriente Medio, subrayando la urgencia de encontrar soluciones diplomáticas para poner fin al derramamiento de sangre y avanzar hacia la paz en la región.