Estamos acostumbrados a escuchar los mandamientos bíblicos,

los cuales nos rigen como sociedad y como seres humanos guiándonos por un camino de bien. Pero este artículo no trata de estos conocidos mandamientos, trata del salón de ensayo, el día a día de los bailarines, bailarinas y coreógrafos. Estos mandamientos vienen de mi experiencia cómo coreógrafo. Algunos de ellos aplicarán y tendrán sentido automático y algunos otros simplemente expresarán mi sentir. Pero bueno, ahora sí. Coreógrafos (actuales y futuros): 1. Nunca prometas algo que no puedas cumplir Muchos coreógrafos estamos acostumbrados a motivar a nuestros alumnos con ‘promesas’ que no estamos seguros de que podemos cumplir. “Si no cumplen las reglas, los sacaremos del ensayo o del grupo”, “Quien se porte bien o haga el baile mejor tiene una sorpresa”, etcétera. No está mal prometer o decir lo que necesitemos para lograr los objetivos del grupo, pero solo debemos decirlo si estamos seguros de que lo podremos cumplir. 2. Innova, innova, innova Innovar no significa crear algo completamente nuevo, que nadie haya visto. La creatividad absoluta no existe. Puedes inspirarte en tus coreógrafos, en trabajos y dinámicas externas, en coreografías que te hayan explotado la cabeza; pero dale un giro, hazlo tuyo, deja tu marca y haz cada ensayo tan diferente que tus alumno no tengan idea a qué van a llegar el próximo ensayo. 3. Di ‘no’, ‘nunca’, ‘jamás’ al plagio Si eres coreógrafo de un grupo es porque alguien confió en ti para explotar su potencial al máximo. Si ese alguien ya confió en ti, entonces lo único que tienes que hacer es confiar en ti mismo tú también. No necesitas copiar el trabajo de alguien más. Esfuérzate, inspírate cada día, ten muchos errores de los cuales aprender. Sé el coreógrafo al que los demás quisieran copiar y no lo contrario. 4. Respeto ante todo Muchas veces podemos perder la paciencia con nuestro grupo. Manejar a tantas personas se vuelve complicado. Pero recordemos algo, estamos en donde estamos gracias a los alumnos que tenemos; ellos confían ciegamente en nuestras locuras y las hacen realidad en el escenario. Tal vez algunos no saben bailar y ni siquiera les encanta, pero están en tu grupo porque confían en ti, en que será un espacio de respeto y desfogue en donde pueden ser ellos mismos. Necesitan a alguien que les dé a entender que el mundo no importa mientras bailas, mientras sientes y mientras te desarrollas con un nuevo grupo de personas. 5. Encuentra tu esencia (grupal) Lo que te va a hacer diferente, único y atractivo para nuevos alumnos no son tus pasos, tu técnica ni tus coreografías. Lo que te va a hacer único es tu esencia. Soy fi el creyente de que cada grupo tiene o debería tener una esencia, una energía, una marca personal que te dice “Aquí estoy”, que llama la atención de la gente, que se nota sin decir una sola palabra en escenario. Esa esencia puede ser lo que quieras: “todos estamos locos”, “somos un grupo semi profesional”, “somos una familia, no un grupo de baile”. Encuentra esa esencia y explótala, transmítela y duplícala año con año.

//DARÍO BORENSTEIN

Share.

Leave A Reply

Exit mobile version