Durante el 2017, la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) se ha acercado en sus más altos niveles, y con determinación a los practicantes
y las organizaciones nacionales e internacionales de practicantes del parkour en los cinco continentes, ofreciéndoles una legitimación de los resultados de las competencias en esta disciplina, aceptación social para la práctica de una disciplina controversial en cuanto al uso del espacio público, y el gran escaparate que supone asociarse con una de las federaciones deportivas internacionales más exitosas.
En mayo de este año, la FIG organizó la primera Copa de Curso de Obstáculos en Montpellier, Francia. A esta competencia asistieron representantes del Comité Olímpico Internacional encargados de examinar tendencias para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Grandes estrellas del parkour fueron evaluadas durante sus espeluznantes evoluciones, por medio de un código de puntuación en desarrollo, que la misma FIG planea tener concluido para finales de este 2017.
El itinerario de la FIG para los años venideros incluye las ediciones 2018 y 2019 de una Copa Mundial de Curso de Obstáculos en las modalidades de Sprint (contra tiempo) y Freestyle (ejecución libre con acrobacia); y, para el 2020, el primer Campeonato Mundial de la modalidad.
La respuesta de los practicantes del parkour ha sido diversa: mientras las comunidades y asociaciones de Reino Unido y España (por poner ejemplos), han dado la espalda a la oferta de la FIG, grandes íconos del parkour como David Belle, están colaborando con la FIG en el proyecto de inclusión de la modalidad en esta institución.
Los practicantes que entienden al parkour como un espacio de expresión personal exento de la competición han inundado los canales de Youtube, los blogs y las páginas dedicadas al parkour, con una ola de reflexiones y protestas acerca de la incursión de la FIG en esta práctica.
La propuesta de la FIG es providencial para muchos practicantes del parkour en Europa, donde la práctica libre del parkour (ejecutada sobre la arquitectura del espacio público), ha sido declarada ilegal en varias ciudades y países del continente, debido al deterioro de los espacios públicos y a los riesgos inherentes a la ejecución de acrobacia sin protecciones.
La Comunidad Europea ha sido pionera en la instalación de parques e instalaciones públicas, de libre acceso, diseñadas para la práctica del parkour. Estas instalaciones mitigan los riesgos para los atletas debido a que su diseño es el adecuado para resistir los impactos y tensiones que los traceurs ejercen sobre su estructura. Sin embargo, el riesgo principal del parkour es la práctica sin supervisión de un experto. Es justo en este punto donde la FIG ha tenido un acierto, diseñando una estrategia de ganar-ganar, para los practicantes del parkour que decidan involucrarse en este proyecto: no solo generará un código comparable en precisión y confiabilidad al de las otras ramas de la gimnasia y mucha publicidad, sino que acercará a los expertos internacionales con los entrenadores de parkour de cada país, a través de un comité de educación y desarrollo de alcance mundial.
La práctica del Parkour en el CDI está, por supuesto, involucrada en estos acontecimientos de escala global. Los pormenores de nuestra comunidad serán el tema de la siguiente entrega.