El domingo 8 de junio, tuvimos la oportunidad de visitar el pueblo mágico llamado
Chignahuapan, este pequeño pueblo cuenta con más de 200 talleres dedicados a la fabricación de esferas navideñas y artículos de vidrio, esta actividad es una de las principales que genera la economía del municipio, y que atrae a cientos de turistas cada año, en particular nos recomendaron no faltar a la feria nacional del árbol y la esfera, que es a partir del 2 de noviembre, con una excelente guía iniciamos este recorrido, el primer punto que conocimos fue el kiosco, de estilo mudéjar que está hecho con maderas finas y es el único en el país que está construido 100 por ciento en madera y el único que sirve de techo a una fuente. Se encuentra ubicado en la Plaza de Armas del municipio, no puedes acceder a la parte superior, solo en eventos muy especiales, el motivo de su construcción fue para crear un espacio adecuado para las presentaciones de la Orquesta Filarmónica. El siguiente punto que visitamos fue el mural de Chignahuapan, de la cosmogonía Mexica a sus quehaceres contemporáneos, este mural fue realizado por el artista plástico Héctor Castillo Arroyo, en donde nos narra la historia de este lugar desde tiempos remotos al presente, marcando sus tradiciones y personajes importantes que han aportado algo al pueblo, también conocimos la Basílica de la Inmaculada Concepción, en donde admiramos la imagen de la virgen tallada en cedro por el escultor José Luis Silva, con una altura de más de doce metros, que la hace única en América Latina bajo techo, conocimos también la Laguna de Chignahuapan, de esta laguna proviene el nombre de Chignahuapan, chiconahui, “nueve”, atl “agua” y pan “en” el cual se interpreta como en las nueve aguas o lugar de los nueve ojos de agua, pues se dice que en el interior de esta, se encuentran los nueve ojos de agua, los cuales surten de agua al municipio, y tiene corriente de río para más adelante formar las cascadas de Quetzalapan y Tuliman, conjuntándose con ríos más adelante hasta de-sembocar en el río de Tecolutla en el estado de Veracruz. El día primero de noviembre de cada año por la noche, se tiene la costumbre de celebrar el Festival de la Luz y la Vida, representación prehispánica simulando el paso de las almas al Mictlan. Y claro, el tiempo libre para compras no se hizo esperar, la artesanía, los dulces y pan típico de Chignahuapan gozan de una gran variedad y extraordinario sabor, gracias y felicidades a este grupo por ser parte de este paseo, por la alegría y disposición mostrada todo el tiempo. Te invitamos a acercarte al Comité de Actividades, en donde siempre estamos realizando algo diferente para ti.