Dedico este artículo a un matrimonio ejemplar. Su ejemplo es, fue y será una orden en silencio de valores y principios morales y espirituales. Cecilia y Jorge Ramírez de Aguilar (QEPD).
Hoy es común escuchar, ya se separaron, divorciaron o cortaron. De hecho en las inscripciones de las escuelas existen dos formas para ser llenadas por separado por el padre y la madre porque es usual que los hijos tengan dos casas. La pregunta es ¿por qué fracasan las relaciones de pareja? ¿Qué se puede hacer para tener una buena relación?
Se dice que la palabra casados viene de casa, y dos, es decir, casa para dos, quiere decir que ambos son responsables de lo que sucede en su relación. No hay víctimas, ni culpables, únicamente dos personas adultas, maduras y se supone que responsables. Es más fácil, pobre y barato, aventarle la culpa al otro. Lo que causa que se vaya afectando la relación hasta llegar a la ruptura, es la falta de comunicación, parece ser que cada quien está en su mundo personal, y no le interesa o desea compartir sus experiencias.
Al existir falta de comunicación, vienen en consecuencia los gritos, ofensas, el menosprecio, malos tratos, que llevan a no solo una pésima comunicación donde se faltan al respeto, esto trae agresión, violencia verbal y a veces física. Uno se siente más ofendido que el otro y se cierra a todo diálogo y se merma más la relación.
En la actualidad, las razones más comunes para fracasar con la pareja son:
1.-Celos: sin que haya una causa justificada.
2.-Monotonía y rutina: siempre lo mismo aburre, al no desear descubrir nuevas experiencias de vida.
3.-Infidelidad: heterosexual y a veces sale al descubierto homosexualidad de alguno de los dos.
4.-Descuido personal de alguno de los dos: que no provoca ninguna atracción física en el otro.
5.-Falta de dinero.
6.-Mentiras.
7.-Neurosis: que produce malas caras, reproches, gritos, insultos públicos y privados.
8.-Nada de qué hablar (frutiloopis en la cabeza). Uno se supera, crece, evoluciona, madura como persona, y el otro se queda igual y ya no hay tema de conversación.
9.-Diferentes proyectos de vida.
Cuando en una pareja se pierde el respeto, la admiración, el cariño y la confianza, se ha perdido todo. Muchos continúan a pesar de que reconocen que se ha perdido todo esto y viven en la apariencia y la imagen de que se llevan bien, pero en realidad se causan un verdadero infierno personal. La mujer tiene miedo a perder a su proveedor, al qué dirán, a bajar su nivel de vida, a superarse profesionalmente, y al hombre le da flojera el cambio de casa, vivir solo, reconocer su fracaso matrimonial, y siguen viviendo juntos por inercia, juntos sin ningún deseo de estarlo, por costumbre que se vuelve un fastidio para ambos, y que con el tiempo provoca en muchas ocasiones tragedia en donde la infelicidad, los vicios, la depresión, la enfermedad, la violencia física y verbal y la muerte, son los protagonistas principales.
En el pasado se conocían las parejas al ser presentadas o en lugares como en la escuela, el trabajo, las fiestas y reuniones. Existía la referencia de alguien, la convivencia física, las amistades en común, hoy la mayoría se conoce por medio del Internet en las páginas para conocer gente o conseguir pareja. Se le presentan unas fotos y tiene que decir el observador en segundos si le gusta o no le gusta la persona del sexo opuesto, todo es tan impersonal. Al salir es mínimo lo que se conocen, cita a ciegas y es como una lotería no sabe ninguno de los dos si la foto es antigua, si el nombre es falso y mucho menos de los detalles de su personalidad.
Y se pueden llevar ciertas sorpresas muy desagradables en las que el físico es totalmente otro al de la foto y su carácter, personalidad y temperamento totalmente distinto al hombre o la mujer que chateaba por la página Web. Yo les llamo no a todas, pero sí a una gran mayoría de estas relaciones, relaciones con fecha de caducidad, como las medicinas, en donde no hay ningún compromiso de ninguna de las partes de seguir adelante, de apoyarse, de crecer, evolucionar, o madurar juntos, simplemente el hombre busca satisfacer su libido, el acostón (cuerpo) y la mujer el no sentirse sola, alguien que la saque a pasear y si se puede un buen proveedor. Hago hincapié que no todos piensan así, pero hay una gran mayoría de hombres que no desean formalizar ningún compromiso, y mujeres que creen que todavía existe el príncipe azul que cumplirá todos sus caprichos.
Si tu relación es para dominar a tu media naranja, ya fracasaste desde antes de empezar, pues nadie cambia, si no es su propia voluntad cambiar. Te sugiero que no juzgues, pues D-os no lo hace, te acepta y te ama como eres con todos tus defectos y cualidades, ¿quién eres tú para hacerlo? No critiques, madura de una vez por todas, que cada quien tiene derecho a manifestarse como lo desea, y si estás en esa relación es porque tú lo decidiste, nadie te obligó. Y si por algún motivo decides terminar la relación, hazlo de una manera en la que te des cuenta de tu responsabilidad y de los errores que hayas cometido, para no volverlos a repetir con tus siguientes parejas. Una relación no nada más es para acompañarse, divertirse, tener sexo y procrear, sino para crecer en lo moral y en lo espiritual, y para ser cada día más y mejor persona.
Para finalizar quiero decirte: “Es imperativo que ambos deseen permanecer juntos en su relación, si no, todo lo expuesto será inútil para el cambio”. “En un divorcio todos pierden, nadie gana”.