Celebramos Shavuot el 6 del mes de siván, en ese día, en el año 2448, D-os entregó la Torá al pueblo judío,

fue uno de los acontecimientos más importantes que tuvimos como pueblo. En ese momento se realizaba uno de los anhelos más grandes de D-os, entregar Su Manuscrito Divino, al pueblo que estuviera dispuesto a recibirlo.

El Midrash relata que antes de que el mundo existiera, la Torá ya existía, y este maravilloso legado sirvió como base para la construcción del universo, al ser un Manuscrito Divino era perfecto, digno de ser la base para tan hermosa Creación.

En el libro de Shemot, en la Perasha Itro, en el capítulo 19 versículo 3 dice: “Moshe ascendió a D-os y el Eterno lo llamó desde la montaña, para decir: “Así dirás a la Casa de Yaakov y expondrás a los hijos de Israel”, este versículo nos enseña que cuando Hashem iba a entregar la Torá, antes le pidió que lo consultara con la Casa de Yaakov y que se los expusiera ante los hijos de Israel… nuestros sabios nos enseñan que cuando Hashem menciona la Casa de Yaakov se refería a las mujeres, ya que el término casa es una expresión de la Torá que alude a la mujer.

Y surge la pregunta: ¿Por qué D-os pide que le pregunten primero a la mujer y luego al hombre; si quieren recibir la Torá?

La respuesta es: la mujer dentro del judaísmo es la base esencial y el eje más importante, ya que si ella, decide abrazar su judaísmo, aprender todas las leyes y llevar una casa judía en todos sus términos, la Torá Kedosha tiene sentido, ya que de ella nacerán los futuros dirigentes de nuestro pueblo y ellos recibirán las enseñanzas, primordialmente de la mujer que los trajo al mundo.

La vida espiritual de las madres judías tiene un gran impacto en la educación de los hijos. Aquellos niños que desde muy temprana edad observan a su mamá, prender las velas de Shabat, la ven hacer su tefilá (rezo) con mucha concentración, elaborar sus alimentos dentro de una cocina kosher, amasar la jalá cada semana, celebrar con gran entusiasmo cada festividad, todo esto impactará de manera muy positiva en la educación de sus hijos y si a todo esto, esa mujer lo hace con entusiasmo y alegría, esto será de gran ayuda en la educación de lo más preciado que hay en nuestras vidas, nuestras familias… al igual que comportarse como la Torá nos enseña, con fidelidad y lealtad, frente a nuestro judaísmo, cuidando así nuestra vida y rodeándola de grandes valores morales, eso sin lugar a dudas, creará una generación de gente preparada y con un gran nivel moral, obviamente regidos por nuestra Torá Kedosha. Ellos, nuestros hijos, serán dignos dirigentes de una Comunidad judía.

Así es que esta fiesta de Matan Torá (Shavuot) es en gran parte, una festividad de la mujer de nuestro pueblo, ya que nos ayuda a reflexionar y meditar acerca de nuestro papel en este mundo, frente a nuestras familias… por esto, es que Nuestro Padre y Nuestro Rey, nos puso como prioridad, ya que si la mujer aceptara la Torá, entonces no existiría ningún impedimento para seguir con la cadena milenaria, logrando así, que de su casa nazcan los futuros dirigentes de nuestro pueblo, que servirán como líderes importantes, para la continuidad de nuestro hermoso judaísmo.

El hombre también enseña y apoya mucho, pero si al lado de él, tiene una Eshet Jail (Mujer virtuosa) la educación se llevará a cabo con mucha más facilidad.

El Zohar dice: “Que la mujer es la fuente de las bendiciones”, enseñándonos que de ella, emana, la abundancia, la alegría y la paz en su hogar.

Clases de Torá para mujeres

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