El primer monumento nacional construido en los Países Bajos
que enumera las 102,163 víctimas neerlandesas de la Shoá fue develado por el rey Willem-Alexander en Amsterdam el domingo.
El monumento, diseñado por Daniel Libeskind, de 75 años, que perdió a familiares en la Shoá, se encuentra en el centro de la capital neerlandesa y es un laberinto de paredes de ladrillo que, vistas desde arriba, forman letras hebreas que se leen “en recuerdo”.
Cada piedra lleva el nombre de un judío, romaní o sinti que fue deportado de los Países Bajos y que murió en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Es el primer monumento que conmemora a todas las víctimas de los Países Bajos en un solo lugar.
“Da la sensación de que realmente existieron”, dijo Hetty de Roode, una judía cuyos padres, hermano y hermana murieron en los campos. De Roode, que asistió a la inauguración, sobrevivió escondiéndose con una familia en el norte de los Países Bajos.
La mayor parte de la población judía de los Países Bajos fue deportada durante la ocupación alemana.
“Es una página negra en la historia de nuestro país”, dijo el primer ministro Mark Rutte. “Nos obliga a cuestionarnos si debería haberse hecho más para prevenirlo y a darnos cuenta de que incluso en estos días el antisemitismo nunca está lejos”.
Libeskind, quien también supervisó el plan maestro para el monumento Ground Zero en Nueva York, dijo que fue abrumador ver su diseño inaugurado en la capital neerlandesa y agregó: “Es una advertencia para todos nosotros de lo que puede suceder en las llamadas sociedades civilizadas”.
La construcción del monumento enfrentó años de retraso, en medio de disputas sobre dónde debería construirse, el costo y el diseño. El monumento de 17,5 millones de dólares fue financiado por donaciones privadas y por Amsterdam y otros municipios.
En abril, los descendientes de amigos de la familia de Richard Semmel recibieron 200,000 euros del Museo de Fundatie en Zwolle, donde se encuentra un cuadro de Bernardo
Strozzi.
Fuente: agenciaajn