Cuando uno estudia Sociología, es impactante lo que puede surgir alrededor de la sociedad. Si vemos el tema de las redes sociales en cuanto la tecnología, es impresionante lo que a nivel de este rubro ya se puede lograr teniendo en las manos un móvil o tablet. Hablando de Comunicación, ni se diga, es tener el medio en las manos y en nuestro poder. Ahora todos estamos comunicando algo. Quién diría que las poderosas cadenas de televisión se encuentran cada vez más en peligro de extinción, cuando ahora uno administra mejor su tiempo y decide qué ver y cuándo ver lo que uno desea. Ni se diga de las series que hace poco tiempo uno esperaba toda una larga semana para ver un capítulo nuevo, ahora el domingo se puede convertir en maratón de Mad Men, Modern Family, House of Cards, entre infinidad de series, películas y documentales con solo apretar tres veces botones en pantallas dactilares.
Tiempos atrás la preocupación principal de las féminas era si podríamos ir al cine acompañadas para no ir solas, estacionar el coche y caminar sin compañía por las banquetas oscuras llenas de tenebrosos peligros. Hoy hasta catálogos de caras existen para poder mostrarse y detectar a pocos metros o kilómetros a alguien que se encuentra igual de desamparado o solo. Con Tinder anónimamente puedes juzgar si te parecen guapos/as o feos/as y si tu voto es positivo y el de la otra persona hacia a ti también te marcarán con un corazón verde y se abrirá un chat para que puedas establecer una conversación. El éxito ha sido tan rotundo que ya tienen más de 35 mil perfiles en la app y un millón de emparejamientos, entendiendo emparejamiento como dos personas que se han dado votos positivos entre sí y están conociéndose.
Según Bussines Insider, esta app la utiliza gente normal, es decir, ni frikis ni obesos y es efectiva para ligar. Pero eso sí, no dice nada sobre cómo se puede llegar a sentir la gente a la que le llueven los votos negativos por su físico, lo que es el punto de interés en esta columna, a qué estamos llegando las generaciones en las que definitivamente hemos perdido el contacto visual y la sensación de percibir a un todo humano con otras cualidades, qué es lo que verdaderamente está pasando en estos tiempos, no lo sabemos pero con toda seguridad las consecuencias y los cambios inminentes sociales y psicológicos se verán a corto plazo. Creo de hecho, que ya no es muy lejano para nosotros percibir lo que a futuro nos estamos exponiendo, pero hablar así suena anacrónico, hoy día lo importante es verse actualizado y conocer de qué está hablando la gente en relación a todas las aplicaciones existentes que nos muestran como en un aparador electrónico, abriendo nuestra intimidad de una manera a veces desbordada y peligrosa.
Ahora la nueva tendencia en Facebook es el Frexting, que también sugiere situaciones que a veces no se comprenden bien, heterosexuales enviando selfies personales para ser calificados por amigas. Para tener una opinión de cómo nos vemos y cómo nuestro físico es calificado por ellas, confiando plenamente en el criterio de otra persona, que por más cercana podría implicar una despersonalización o individuación engañosa de nosotros mismos. Creo que tanto los padres de familia como nosotros mismos deberemos estar conscientes del riesgo que implica a nuestra persona el uso indebido, sin conciencia o sin conocimiento de todos estos fenómenos de las nuevas apps.
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