Durante los cinco artículos anteriores se ha hecho un análisis general sobre los aspectos importantes a considerar para el conocimiento del siglo XIX mexicano. Los siguientes artículos tratarán de lo que se denomina, la historia de acontecimiento; es decir de la secuencia de los hechos políticos que ocurrieron sucesivamente durante este periodo. El primer tema que se abordará es cómo Agustín de Iturbide llegó al trono del Imperio Mexicano hasta darse el advenimiento de la República Federal al abdicar Iturbide en 1823. Todo este periodo de 1821 a 1823 constará de cuatro partes.

El 27 de septiembre de 1821 el Ejército Trigarante entró triunfal a la Ciudad de México. La Independencia había sido consignada en el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba en los artículos 3° y 4°. El primero declaraba que la América Septentrional era independiente y que se regiría por un gobierno monárquico moderado limitado por una Constitución adaptada al reino. El cuarto invitaba a Fernando VII a gobernar personalmente el país, y si no aceptaba podría coronarse alguien de su familia. Los Tratados de Córdoba habían modificado el Plan de Iguala en lo relativo a que, si ningún pretendiente español al trono quisiera presentarse al país a gobernar, el monarca sería el que las Cortes designaran. Mientras se redactaba una constitución adecuada al Imperio Mexicano, regiría la española.

La historiografía tradicional ha criticado como un plan deliberado de Iturbide, esta enmienda que se le hizo al Plan de Iguala, es decir, que las Cortes mexicanas designarían quién sería el emperador, en caso que, ningún candidato noble español, aceptara la corona mexicana, a fin de que Iturbide, el Libertador, se coronara como emperador. Es difícil comprobar tal juicio porque no sabemos qué hubo en la mente de Iturbide en esos momentos. Sin embargo, hay que reconocerle que en estos dos documentos sí previó que el país no se quedara en un vacío del poder, si no había rey, puesto que en el artículo 8° dispuso que mientras llegaba el futuro monarca y se convocaba a Cortes (poder legislativo o Congreso de una monarquía), el país se regiría por una Regencia que actuaría como el poder ejecutivo y por una Junta Gubernativa que fungiría como el legislativo que se dedicaría a preparar la convocatoria a Cortes.

Inmediatamente se formó la Junta Gubernativa y esta nombró como presidente de la Regencia a Agustín de Iturbide. Además, le dio el nombramiento de Generalísimo Almirante, con lo que le otorgó un poder exorbitante que será temido, tanto por la Junta Gubernativa y por las Cortes que se convocaron, que empezaron a funcionar el 24 de febrero de 1822.

De 1821 a 1823, la élite política se dividió en las facciones de borbonistas, iturbidista y republicanos que funcionaron y se enfrentaron entre sí, hasta 1824, cuando se fusiló a Iturbide y cuando se expidió la primera Constitución mexicana. Desde un principio estas facciones temieron que Iturbide concentrara el poder en detrimento de los órganos legislativos, ya fueran la Junta Gubernativa en 1821 o el Congreso en 1822. Los temores de la época eran que se llegara a la “tiranía del poder absoluto de una persona” o a la “anarquía de la lucha de facciones”. Por lo tanto, constantemente planearon estrategias para debilitarlo.

En la opinión pública Iturbide destacaba como el héroe libertador de la nación y, tanto borbonistas y republicanos, temían a esta popularidad, porque se le pedía abiertamente que no cumpliera con el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba, y que asumiera el trono mexicano. Había una gran presión que rompiera con la garantía de unión entre españoles y americanos, y que hubiera un rey mexicano, y que ese rey debía ser él. También había contados folletos que demandaban que en lugar de la monarquía se estableciera la república federada, porque una monarquía constitucional con su Corte podía devenir fácilmente en absolutista, amén que sería muy onerosa al pueblo. El gobierno republicano, que tenía el ejemplo de Norteamérica se veía como un gobierno humilde, sencillo y más liberal.

El problema se dio el 23 de marzo de 1822 cuando llegó la noticia a México que España rechazó el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba y, por consiguiente, no reconoció la Independencia. En este momento se creyó que en el país había un vacío de poder, porque no habría quién lo gobernara. Es entonces que inició una fuerte lucha entre las tres facciones que se manifestó, tanto en el Congreso por los borbonistas y republicanos que trataban de debilitar a Iturbide, no solo para que no se extralimitara en el poder ejecutivo que detentaba, sino también en la opinión pública, donde los republicanos vieron la oportunidad de sacar más folletos publicitando esta forma de gobierno. Asimismo, mandaron cartas al Congreso manifestando que la voluntad general deseaba la república. Mientras tanto, continuaban la gran cantidad de folletos iturbidistas que le pedían que se coronara emperador. En la opinión pública había el temor que si no había un gobernante que rigiera a la nación, esta caería en la anarquía o disolución social.

Uno de los temas que falta por profundizar en la historiografía mexicana es cómo llegó Agustín de Iturbide al trono mexicano. El capítulo entrante tratará sobre esta cuestión, y se hablará de lo que Edmundo O’Gorman denomina el primer ensayo de la monarquía con príncipe mexicano.

Continuará…

Desafíos para la búsqueda del nuevo ser nacional mexicano (segunda parte)

Desafíos para la búsqueda del nuevo ser nacional mexicano (primera parte)

Consecuencias sociales después de la lucha por la Independencia

Consecuencias económicas de la lucha por la Independencia

El movimiento de Iturbide y la consumación de la Independencia

El movimiento Revolucionario de Miguel Hidalgo y Costilla

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¿Gobernar y cumplir o promover la imagen pública?

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Reformas de estado y operatividad

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Cultura y fe

Diálogo entre Liberalismo y Socialismo

El espíritu religioso

Israel ¿una democracia?1

Rescatar a la cultura con “C” mayúscula

Redefiniendo el concepto de cultura

Efectos de la primacía de una cultura

Mensajes de la Shoá para la contemporaneidad

Apañando a las jovencitas antes que caigan

Empoderamiento de la mujer dentro del ejército Israelí

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Los Armenios de Israel

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Israel ¿una democracia?

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