//Linda Bucay
Uno de los temas sobre adicciones que más se ha estudiado en los últimos años, es su cercana relación con otras problemáticas o trastornos mentales, tal es el caso de la depresión, la ansiedad en sus diferentes formas o la esquizofrenia, entre otras.Esto se conoce como “comorbilidad psiquiátrica” o “trastornos co-ocurrentes”, y es mucho más común de lo que pensamos; una investigación realizada en centros de tratamiento para las adicciones en nuestro país, nos dice que el 75 por ciento de estos pacientes han tenido algún otro trastorno mental.
Esto se relaciona con algunas perspectivas que desde mucho tiempo atrás, entienden las adicciones como la parte más visible de una serie de dinámicas internas que le generan a la persona malestares emocionales de diferente tipo e intensidad, que pueden estar acompañándole desde los primeros años de vida. El alcohol, el tabaco, los medicamentos psiquiátricos y las drogas ilegales, tienen propiedades que alivian el dolor emocional, como si la persona se medicara a sí misma. Sin embargo, además de que son adictivas, solo alivian temporalmente; por ejemplo, el alcohol calma la ansiedad, pero cuando pasa su efecto, los síntomas regresan y muchas veces más fuertes.
Por otro lado, sabemos que la relación no siempre se da de esta manera, pues el abuso de drogas también puede provocar en algunas personas problemas como depresión, ansiedad, delirios y alucinaciones que pueden permanecer después de que se termina el “viaje”.
Hoy, algunos se centran en estudiar factores de riesgo compartido que hacen a la persona vulnerable, tanto para comenzar a consumir sustancias como para desarrollar trastornos mentales. Algunos ejemplos de esto son la genética, el estrés, la historia personal, algún trauma como el abuso físico o sexual a lo largo de la vida, entre otros.
Tanto los problemas emocionales como el consumo de sustancias, suelen aparecer o comenzar a gestarse en la infancia o en la adolescencia, periodos en los que el cerebro experimenta cambios muy importantes.
Por otro lado, consumir drogas en un momento temprano de la vida puede cambiar el cerebro, de tal manera, que el riesgo de volverse adicto y sufrir trastornos mentales sea más alto. De manera inversa, tener problemas psicológicos en edades tempranas, como depresión o ansiedad, puede significar un mayor riesgo de desarrollar problemas con el alcohol o las drogas más adelante.
Aunque no existen reglas, sabemos que las adicciones rara vez aparecen solas; vienen acompañadas de un gran número de problemas emocionales, algunas veces se presentan juntos o en diferentes momentos. Sin embargo, es necesario comprender y tratar ambos para que la persona tenga una buena recuperación.
En Umbral queremos una Comunidad sana y libre de adicciones. Si necesitas más información sobre abuso de alcohol y sustancias, juego compulsivo o trastornos alimenticios, no dudes en acercarte a nosotros: somos un grupo de profesionales y te atenderemos con absoluta confidencialidad.
Referencias
1. Marín-Navarrete, R., Benjet, C., Borges, G. & Medina-Mora, M. E. (2013). Comorbilidad de los trastornos por consumo de sustancias con otros trastornos psiquiátricos en Centros Residenciales de Ayuda-Mutua para la Atención de las Adicciones. Salud Mental, 36(6), 471-479.
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