//Nimrod Tidhar

¿Si los soldados del 67 hubieran sabido el futuro, lo que implicarían sus acciones, sería hoy una realidad diferente la que tendríamos en nuestro país? Tal vez tampoco esto habría cambiado el camino que aparentemente debemos transitar.

El Estado de Israel ha experimentado muchas dificultades durante sus 70 años de vida, pero también ha conocido la alegría… El acuerdo de paz con Egipto y Jordania, numerosas victorias en torneos deportivos, visitas históricas, triunfos en el Festival Eurovisión, numerosos logros en ciencias y tecnologías, premios Nobel, etcétera. Pero parece que este camino se ha agotado en el último mes, el cual ha sido particularmente crítico en todos los ámbitos posibles, tanto histórico, como político y militar.
Primero tenemos la situación de Siria, país que se ha sangrado en una guerra civil durante ocho años aproximadamente, teniendo al día de hoy quinientos mil muertos, dos millones de heridos y cinco millones de refugiados.

En esta historia existe un presidente, Bashar Al-Assad, que actúa como la marioneta del presidente ruso Vladimir Putin, dos potencias mundiales (Rusia y Estados Unidos) que luchan por el control del territorio, dos países (Turquía e Irán) que luchan por mantener sus fronteras territoriales, una nación llamada Kurdistán que intenta vivir tranquilamente en medio del caos, y finalmente, varias organizaciones militares que pertenecen a distintas corrientes ideológicas e intentan controlar la situación (Hezbolá, ISIS, Al Qaeda, entre otras).

Por su parte, a Israel le preocupa no involucrarse ni interferir en este caos, el cual lleva ocurriendo en su frontera tantos años, viendo desde lejos a través de satélites, aviones y otros medios.

Los iraníes por otro lado, aspiran a expandir su ideología religiosa chiita y su influencia económica en la región, desde los montes Hararat y el mar Caspio en el norte hasta Yemen en el sur, haciendo dinero para sus propios fines e intereses, operando organizaciones terroristas como Hezbolá y el ejército yemenita contra la Arabia Saudita sunita.
Israel viendo lo que sucede a cada momento del día ya no puede sentarse a esperar a que llegue el día en que Irán, junto a las organizaciones terroristas, decidan abrir una guerra contra él y, es por esto, que de vez en cuando ataca el área geográfica donde se encuentran las instalaciones del ejército iraní en Siria, mientras que Rusia (aliado de Irán) se hace de la vista gorda para no perjudicar sus relaciones con ambos países.

Recientemente la situación empeoró cuando Israel decidió atacar varios depósitos de misiles altamente avanzados y bases militares con sistemas de defensa aérea, por su parte Irán envió unos veinte misiles a Israel, cuatro de ellos fueron interceptados por Iron Dome y 16 cayeron en territorio sirio por lo que ni hubo heridos del lado israelí.
A esta acción Israel respondió atacando docenas de objetivos estratégicos en el territorio sirio y según un alto funcionario israelí “los regresó veinte años atrás” en su desarrollo militar. Todos estos ataques se realizaron el mismo día que el presidente Trump anunció que Estados Unidos abandonaba el acuerdo nuclear firmado durante el mandato de Obama y, al mismo tiempo, el Primer Ministros Benjamin Netanyahu se encontraba en la ceremonia anual de la victoria sobre los nazis en Moscú como el invitado de honor de Putin, presidente ruso.

Por todo lo anterior, Israel se encuentra en estos días lista para reaccionar y defender sus fonteras del norte en caso de que Irán decida comenzar una guerra.

El otro gran conflicto, Gaza

Hace dos meses, los jefes de Hamas en Gaza, encabezados por Yahya Sinwar (jefe en la Franja de Gaza) e Ismail Haniya (subjefe del buró político) deciden comenzar a celebrar una serie de manifestaciones populares contra el bloqueo israelí sobre la Franja de Gaza. Es importante recordar que el jefe de la Autoridad Palestina (Abu Mazen) no es partidario de Hamas y no transfiere dinero o asistencia de ningún tipo a Gaza en absoluto.

Según los líderes de Hamas, el objetivo de estas manifestaciones violentas es despertar la opinión pública mundial sobre lo que está sucediendo en Gaza, pintando una imagen en la que Israel tiene toda la culpa de la terrible y continua situación en la que viven los residentes de Gaza.

Hamas le exige a hombres, mujeres, niños y personas con discapacidad a participar en estas manifestaciones, le ofrece recompensa a la familia de todo aquel que sea herido o asesinado por el FDI y obliga a los conductores de autobús a conducir a las multitudes hacia la cerca fronteriza con Israel.

De semana en semana, las demostraciones se han intensificado, sabiendo que la semana actual sería la más fuerte y significativa por dos motivos:

1. La transferencia de la Embajada de los Estados Unidos a Jerusalem.

2. Día de Nakba (día de la catástrofe, utilizado para designar al éxodo palestino, el cual concuerda con la declaración de Independencia del Estado de Israel).

Aproximadamente hubieron 40 000 palestinos, en esta última manifestación, lo cual es un gran número, pero Hamas no tuvo ningún logro político o ventaja real con este evento.

Israel ha conocido ya bastantes disturbios por parte de los palestinos en Gaza y lo mejor sería que dejarán su camino violento y el apoyo en una organización terrorista como es Hamas.

La intención de Israel es la paz, pero siendo el Islam radical quien lleva la dirección, es importante entender que están poniendo en peligro sus vidas y haciendo que las vidas de los habitantes de Gaza sean cada vez más difíciles. En lugar de abandonar el camino del terrorismo y honrar la presencia israelí en el Estado de Israel, prefieren morir como mártires, volar bombas incendiarias y disparar misiles contra civiles.

Este no es el camino hacia la paz ni es este el camino a una nueva y mejor realidad.

Hasta el momento, 61 personas han muerto en Gaza, de las cuales alrededor de 25 eran terroristas que han intentado cruzar la cerca fronteriza y secuestrar o matar a soldados israelíes. Uno puede discutir si fue correcto o incorrecto matar a estas personas, pero es imposible discutir sobre el derecho de Israel a mantener sus fronteras y proteger a sus ciudadanos.

El camino de Israel aún es largo, pero a pesar de la difícil semana que hubo en Israel, también se sienten los vientos del cambio.

Los Estados Árabes moderados, como Arabia Saudita, Bahréin y Jordania, a veces votan a favor del derecho del Estado de Israel y de Jerusalem como su capital. El pueblo judío no tiene miedo y confiamos en que superaremos todos los obstáculos de hoy y del futuro. El Ejército del Estado de Israel es uno de los más fuertes y sofisticados del mundo, sus soldados son valientes y motivados por su país, que entienden la magnitud de los desafíos que enfrentan y que saben que Israel no puede permitirse el lujo de perder por primera vez en la historia, cuando al fin tenemos una casa después de 3 000 años.